Consolidación de fachadas
Recupera la integridad de tu fachada
La consolidación de fachadas es un proceso que tiene como objetivo restaurar, rehabilitar y reforzar la estructura de las superficies exteriores de los edificios debido a que su integridad y funcionalidad están comprometidas.
En Ibergraf recomendamos contratar este servicio cuando la fachada ha sufrido un gran deterioro debido al paso del tiempo o a factores ambientales por ubicarse en entornos con condiciones climáticas adversas.
Contacta con nosotros
En Ibergraf podemos ayudarte a recuperar tu fachada. Pide ya un presupuesto personalizado. Nuestro equipo diseñará uno a tu medida para que recibas el mejor precio.
¿Cuáles son los objetivos de la consolidación de fachadas?
Cuando se recurre a un tratamiento de consolidación de fachadas, se puede actuar a un nivel integral trabajando todos los aspectos de esta superficie para recuperarla al completo o a un nivel más específico.
Recuperar la resistencia estructural
Se fortalecen los materiales que se han debilitado para garantizar la seguridad y estabilidad del edificio.
Mejorar la adherencia
Se prepara la superficie para que se adhieran nuevos acabados y productos y así convertirla en una fachada mucho más duradera.
Prevenir la filtración de agua
Se aplican diferentes tratamientos como la hidrofugación de fachadas para que se repela el agua y otros líquidos y así evitar daños internos.
La mejor opción para conservar el patrimonio
En muchas ocasiones, la consolidación de fachadas es un proceso que se lleva a cabo sobre edificaciones antiguas y sobre construcciones que forman parte del patrimonio arquitectónico.
Prolongan su vida útil
Los tratamientos aplicados refuerzan la estructura del edificio, previenen el desgaste causado por factores ambientales y aseguran su estabilidad a largo plazo.
Mantienen el valor histórico y estético
Respetando la arquitectura original, restaurando los materiales sin alterar su esencia y permitiendo que la construcción conserve su identidad con el paso del tiempo.
Ibergraf, referentes a nivel nacional en consolidación de fachadas
Técnicas de consolidación de fachadas
En Ibergraf integramos diferentes técnicas dentro de nuestros servicios de consolidación de fachadas dependiendo de las características de la superficie a tratar, para así lograr unos resultados óptimos.
- Consolidantes químicos
- Reparación de grietas y fisuras
- Limpieza de contaminantes
- Morteros de reparación
- Aislamiento térmico
- Limpieza de superficies
Productos consolidantes
Los productos consolidantes son aquellos que se utilizan en los procesos de consolidación de fachadas para reforzar y estabilizar las estructuras deterioradas o debilitadas. Actúan penetrando en los materiales y compactando las partículas para restaurar su cohesión y resistencia.
Pide tu presupuesto gratuito
Contacta con nuestro equipo y consulta nuestros precios de consolidación de fachadas sin compromiso. Te daremos un presupuesto totalmente personalizado y adaptado a tus necesidades.
Preguntas frecuentes sobre consolidación de fachadas
¿Cómo sé que mi fachada necesita servicios de consolidación?
Si tienes dudas sobre si necesitas un tratamiento de consolidación para tu edificio, en Ibergraf podemos resolver todas tus dudas. Cuéntanos tu caso y lo analizaremos para indicar cuál es la mejor opción para tu vivienda o nave.
En cualquier caso, es muy común que sea necesaria la consolidación si hay fracturas y grietas visibles en la fachada, desprendimiento del revestimiento, humedades y manchas, deformaciones estructurales, vegetación no deseada o desprendimiento de elementos arquitectónicos.
¿Es necesario realizar una inspección previa antes de realizar la consolidación?
Por supuesto, es imprescindible si queremos saber qué necesita la fachada e identificar cuál es el mejor método de actuación. Desde Ibergraf, también incluimos dentro de nuestros servicios de consolidación de fachadas la inspección previa por parte de nuestro equipo de profesionales.
¿Cuánto tiempo dura el proceso de consolidación de fachadas?
Lo más habitual es que se tarde entre unos pocos días y varias semanas dependiendo del tamaño y el estado de la fachada, así como de las condiciones climáticas.
